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ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE NUESTRO IDIOMA MADRE TERRICOLA: 1.- INTRODUC

A menudo se ha dicho, que sin saber de donde venimos, nunca sabremos a donde ir, ni a donde vamos. La sabiduría popular acierta una vez más y resulta básico conocer nuestros orígenes, donde estamos ahora y hacia donde nos dirigimos para poder estar armoniosos. Estos tres espacios, el antes, el ahora y el después están interconectados y son parte de una misma totalidad. Por suerte, la naturaleza nos hecha una mano para poder entender este todo que se divide en tres. Nuestros orígenes son las raíces de los árboles, el día de hoy es el tronco y el mañana son las ramas y los frutos que vamos a obtener. Podemos imaginarnos un manzano que da ricas manzanas. Veremos que su tronco es ancho y robusto y sus ramas y flores abundantes, sin temor a equivocarnos podremos vaticinar que este año una vez más tendremos sabrosas manzanas. En este caso, un tronco robusto y ramas con flores nos dicen que vamos a tener buena cosecha de manzanas. Las raíces de ese manzano, son  nuestros orígenes, es donde se encuentran nuestros antepasados y lo que fuimos. El tronco, somos nosotros ahora y las ramas floridas con frutos, son las nuevas generaciones que vendrán y nosotros dentro de un tiempo. En este ejemplo que hemos elegido tan florido, en base al tronco, ramas floridas y a la experiencia acumulada hasta ahora y sin tener que mirar las raices, hemos deducido que íbamos a tener buena cosecha de manzanas.

¿Si comparásemos la humanidad actual con un bosque de árboles, que podríamos decir al respecto?
Lo cierto es que la situación es desastrosa. Quitando unos pocos, la gran mayoría  no tiene ni idea de la complicada situación que vivimos a nivel terrícola, se podría decir que el desconocimiento es casi absoluto de nuestro tronco. Las ramas, flores y frutos, no se sabe donde están, la humanidad terrícola no tiene ni idea de a donde se  dirige. Esto en lo que a la parte visible se refiere. ¿Pero que decir de las raíces que no se ven? De nuestros orígenes ocultos? Sin sanar la parte oculta, nunca habrá troncos y ramas estables, ni flores y frutos abundantes. La única opción de sanar nuestro presente y futuro, es el de sanar  nuestro pasado. Sanar nudos energéticos establecidos durante generaciones, provocados por traumas y conflictos sin resolver. Hace falta excavar en lo oscuro de la tierra para poder llegar al punto del conflicto y poder sanar los traumas. Llegar a lo hondo de la raíz, ensuciarse hasta arriba y luego mirar como se soluciona el mal que está inserto en la raíz.

A la vista de lo expuesto, no sorprende darse cuenta, de que el gobierno oculto a través de sus diversos títeres, haya tenido un especial interés en ocultar nuestros verdaderos orígenes. Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que la historia, prehistoria y demás historias que nos cuenta la oficialidad son fruto del engaño, la tergiversación y la mala fe. Por lo cual es necesario buscar en otras fuentes alternativas, como son las distintas mitologías del mundo. Otro tanto vamos a decir de la lingüística y de los orígenes de los idiomas, pura basura. A la basura.
Es necesario quitar del campo viejos esquemas, para que puedan entrar otros mas validos.

Después de esta introducción, vamos a centrarnos a lo que nos atañe. ¿Hubo un idioma madre común para la humanidad terrícola? Yo estoy convencido de que si. Un solo idioma para toda la humanidad terrícola, que tampoco sería muy abundante. Un idioma que bebería de dos fuentes principales; la humana original terrícola y la humana liriana galáctica. Un idioma que está en el origen de todos los idiomas actuales terrícolas y en el cual, el verbo fuese pura creación y sabiduría.
El primer idioma completo de nuestra humanidad y base de todos los demás.

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Sustraiak Bizirik